101: Código Confianza
Guía práctica. Trituradores de confianza canina que están afectando a tu perro
Todo el mundo quiere tenerla. Todos los demás parecen tener el secreto. Todos los días nos bombardean con publicaciones perfectas en las redes sociales de perros posando, corriendo, haciendo trucos, divirtiéndose y, en general, disfrutando de la vida. También vemos a personas paseando con sus perros sin correa que trotan alegremente a su lado. Y nos sentimos un poco rotas por dentro porque nuestro perro no escucha una palabra de lo que decimos.
Trituradoras de confianza
A veces, cuando las cosas van bien, crees que lo has logrado. Te sientes como DiCaprio en esa escena mítica del Titanic.
Luego la vida pasa por encima como una apisonadora y tu confianza desaparece por completo.
La confianza es algo que puede evaporarse instantáneamente. Por eso es tan importante salvaguardar tu optimismo y confianza mientras entrenas con tu perro. Un incidente (y todas los hemos tenido) puede hacer que tu confianza pase de estar en la cima de la montaña más alta, a la fosa marina más profunda en un abrir y cerrar de ojos.
Incidentes como:
Una situación en la que tu perro ladró y se abalanzó sobre otro perro, en la que reaccionó vocalmente en un ambiente ajetreado, en la que saludó a otro perro de manera inapropiada para disgusto del guía del otro perro.
Donde ha perdido el foco en ti y ha decidido ir a lo suyo.
Donde ha elegido huir en lugar de venir cuando lo llamabas
Donde tu perro se ha desconectado, te ha ignorado o se ha bloqueado por completo
Además, si eres profesional canina, este sentimiento se multiplicará por diez. La vida como profesional del bienestar canino a veces puede parecer un asalto constante a tu confianza, sin darte tregua.
No sólo tienes la realidad del negocio y los altibajos que eso conlleva. Algunos días también tienes esos gremlins en tu cabeza susurrando: “¡No eres capaz de ayudar a este perro, menuda profesional!
La crisis de confianza y sus efectos en tu perro
La peor parte de una crisis de confianza es que sabes que afecta a tu perro. Puedes verlo, sentirlo. Puedes saberlo por la forma en que te responde (o no te responde), por la forma en que no estás tan segura de vuestra relación.
Lo sientes en la vacilación en tu voz cuando das indicaciones y elogias, en la forma en que tu sincronización se desvía ligeramente cuando marcas y recompensas. Sabes que tu perro siente tu falta de confianza mientras paseáis juntos y tu tensión cuando ese perro aparece en la distancia.
Y por eso tu perro intenta ayudarte de la mejor manera que sabe, “sobrellevando” tu estado emocional. Pero la estrategia de afrontamiento de tu perro probablemente se parezca más a esto: ladrar, abalanzarse, huir, tirar de la correa, ¿te suena?. A sus ojos, se las arregla igual que tú. Pero en tu opinión, tu perro acaba de sufrir otro incidente de ladridos y embestidas. Te sientes culpable porque no pudiste afrontarlo adecuadamente y tu confianza cae aún más.
Es un círculo vicioso que hace enormes estragos en vuestra relación, te deja sintiéndote agotada, deja a tu perro con un cuenco de estrés lleno y te deja preguntándote “qué diablos hago ahora”
Convierte estas luchas en una fortaleza
Así como puedes generar confianza en tu perro, puedes generar confianza en ti misma. Si trabajas para aumentar tu optimismo y prepararte para el éxito de modo que puedas lograr algunas victorias, entonces tu confianza comenzará a crecer y comenzarás a creer en ti.
Te voy a compartir 5 tips que a mi me ayudaron mucho cuando Vera estaba en el pozo de la Reactividad y a día de hoy me siguen ayudando. Porque como ya te he dicho en muchas ocasiones, la confianza es una plantita a la que hemos de regar con cariño y devoción.
1. Ármate con las herramientas adecuadas. El momento de pensar en soluciones no es cuando estás en una situación conflictiva. Tu cerebro se lanzará a luchar, huir o congelarse y te encontrarás clavada en el lugar con un perro que ladra y se lanza hacia el estímulo. Has tener una buena selección en tu caja de herramientas que hayas practicado e integrado en un entorno de baja presión y que puedas implementar sin pensar si las cosas se ponen difíciles.
Mantén tu voz tranquila pero optimista: haz un sonido agradable que capte su atención de manera inmediata y a la primera y cambia de dirección. Tu perro estará demasiado ocupado preguntándose hacia dónde te diriges como para pensar en reaccionar ante el otro perro. Pero como te digo, ha de estar integrado con una gran práctica.
2. Sé la guardiana de tu perro. No tengas miedo de usar tu voz. Calladita no estás más bonita. Siéntete cómoda comunicando las necesidades de tu perro (y las tuyas) a otras personas. No dudes en decir: “mi perro no es amigable” o pedirle a alguien que llame a su perro, que le ponga la correa.
Y si sacan a relucir la frase famosa: "No te preocupes, mi perro es amigable, solo quiere saludar", simplemente responde con:
“Mi perro no va a disfrutar esta experiencia, gracias”.
No le debes a nadie una explicación extensa de por qué. Tú y tu perro estáis disfrutando de un paseo juntos y no tienes la obligación de permitir que nadie más se una a esa fiesta. Mantén la cabeza erguida, habla con claridad y se educada pero firme.
¡Esto fortalecerá vuestro vínculo y tu perro te verá como una compañera de equipo de vida que realmente lo respalda!
3. ¡ Juega! La respuesta a cualquier pregunta es el juego. Los trituradores de la confianza realmente pueden quitare la alegría a la vida. Sin embargo, la buena noticia es que los juegos son fantásticos para generar confianza. Generan confianza en tu perro y también aumentan tu confianza a medida que practicas con tu perro y lo ves logrando resultados en la vida real y pasándolo muy bien. En la sección premium publico semanalmente un juego estratégico para mejorar vuestro día a día y reducir esas luchas diarias.
4. Conviértete en la consejera de tu perro. Tu perro no siempre sabe lo que es mejor. Puede que tu perro esté desesperado por salir a dar ese paseo diario, pero puedes ver que no está en el momento emocional adecuado para que eso le beneficie. Observa su cuenco de estrés. ¿Qué tan caliente está el agua? ¿Necesita un día tranquilo? Y, como eres una Estoica Canina, que está convirtiendo una lucha en una fortaleza: no le estás diciendo “no”, le estás diciendo “hoy no, hagamos algo diferente” y luego, en su lugar, organizas algunos juegos divertidos para jugar o para relajarse, o cualquiera que sea lo que tu perro necesita ese día.
No hay mejor forma de generar confianza que saber que has hecho lo correcto para tu perro.
5. Muéstrale a tu perro que hay otra manera: no siempre podemos evitar situaciones. La vida pasa. Cuando esto sucede, puede ser tentador retirarnos a nuestros caparazones a rumiar en nuestras cabezas con lo sucedido. Pero podemos practicar para tales situaciones antes de que surjan. Como una buena Estoica Canina.
“Tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás la fuerza.”. Marco Aurelio.
Muéstrale a tu perro que existe una alternativa al comportamiento que normalmente elegiría. Los juegos de autogestión emocional son geniales para esto. Realmente crean un perro que puede pensar, en lugar de esperar a que le digan qué hacer. Estos juegos son los que estamos practicando en la sección premium que encuentras al final de esta entrega.
¡Deja que tu confianza brille!
Disfruta de los buenos días y deja que alimenten tu confianza. Y cuando aparezcan los días no tan buenos, convierte esas luchas en fortalezas. Y recuerda, “La respuesta a cualquier pregunta, está en el juego”
Ahora vamos con la sección Premium con la entrega nº 7 para practicar la calma y la autogestión.
Y por si no eres premium, yo ya me despido hasta la semana que viene.
No te olvides de sonreír🦋